Un proceso innovador para las instalaciones de lavado. Para los sectores: alimentario, logístico, farmacéutico y hospitalario.

Primera fase.
Definición de los requisitos.

La primera etapa empieza con la definición y evaluación de los requisitos y las especificaciones solicitados por el cliente, mediante una primera inspección in situ por parte de nuestros técnicos.
La determinación de las condiciones ambientales y las modalidades de acceso de la futura instalación a los espacios de lavado es importante para hallar la mejor forma de adaptar los requisitos técnicos al contexto. Con mucha frecuencia, sobre todo en la industria alimentaria, es precisamente en esta fase cuando aparecen problemas complejos e imprevistos, que a menudo se abordan con soluciones innovadoras y extraordinarias.

Segunda fase.
Desarrollo del proyecto.

Una vez definidos los requisitos, los especialistas de Colussi Ermes empiezan a desarrollar el proyecto sobre la base de programas y plazos de trabajo, con un control constante de los objetivos y las necesidades.
El proyecto de una instalación de lavado se desarrolla en plena colaboración con el cliente. Además, empleamos técnicas computarizadas de simulación para explicar cada paso de forma clara y comprensible.
Colussi Ermes otorga una prioridad absoluta a la seguridad, a la salud y al medio ambiente, de manera que nuestras instalaciones se proyectan según principios de sostenibilidad ecológica, garantizan la máxima protección de los operarios y reportan un considerable ahorro de energía, agua y detergentes.

Tercera fase.
Producción de la instalación.

Una vez aprobado el proyecto, se recaban todos los materiales necesarios para su fabricación, después de someterlos a un riguroso control de calidad y conformidad técnica.
Comienza así el proceso de producción de la instalación de lavado, que será objeto de un seguimiento constante, fase a fase, por parte de nuestros departamentos especializados de ingeniería, proyectación y sistemas CAD.
Una vez terminada por completo la máquina, se someterá a una minuciosa revisión por parte de los inspectores de control de calidad, que emitirán un certificado de conformidad después de verificar el cumplimiento de las normas de calidad. Sólo tras la realización de estos controles, se enviará la instalación al departamento encargado de las pruebas.
El ensayo verificará, de acuerdo con muestras reales proporcionadas por el cliente, los niveles de rendimiento y eficiencia obtenidos, que luego se compararán con los valores de proyecto.
Una vez superada con éxito esta fase de prueba, se concederá a cada instalación la aprobación para transferirla al departamento de envío.

Cuarta fase.
Instalación local y pruebas.

Todas las fases de prueba se someten a un riguroso seguimiento y se registran. Una vez confirmado el rendimiento, se redactará un informe de ensayo (SAT report) que certifica su correcto funcionamiento. Cada instalación sigue todos los procedimientos necesarios para cumplir todas las normas de seguridad y garantizar la protección del medio ambiente.